Es como el final de una película. Su último fotogramas y se funde a negro.
Saben que es el final, lo sabían según iba acercándose el desenlace.
No querían verlo, siempre gusta ver las pelis hasta que terminen.
Era previsible.
Una vida juntos, una buena vida juntos.
Pero que no llena. No es una maravillosa vida juntos.
Tomaron caminos diferentes hace mucho tiempo. Esperando una señal que les hiciera parar o por el contrario continuar, pero con ganas.
Nunca llegó esa señal.
Vidas paralelas casi plenas, empañadas por la decisión correcta.
Vida juntos casi completas, a falta de determinación.
Y así es como poco a poco se termina.
Sin dramas, sin reproches, sin dolor, sin ganas.
Una última vez. Un último día. Una última tarde juntos.
Y su imagen se difumina, se oscurece, se va.
Solo ellos son dueños de su final y de su futuro.